viernes, 24 de junio de 2016

EL DIAGNÓSTICO... DM1

He vivido tanto tiempo con ésta condición, que ya no recordaba cómo era mi vida antes del diagnóstico... Cómo empezar éste blog… Después de ver esa foto, regresé 23 años atrás… ¿Qué pensaba? ¿Cómo me sentía? Era sólo una niña y con sólo 13 años empezaría a vivir un nuevo duelo, el de la diabetes tipo 1… .Era insegura, temerosa e introvertida; claro que toda mi vida cambió, me volví más fuerte y segura, menos temerosa e introvertida y más independiente.


Todo empezó durante las primeras semanas de vacaciones de verano, recuerdo perfecto que iba mucho a orinar; pero después, durante nuestras vacaciones en Ciudad de México, era una sed insaciable, como consecuencia… ir al baño a cada rato, al punto de no poder aguantarme. Esto se repetía durante las noches, me levantaba mínimo 3 veces a tomar agua y de ahí al baño o viceversa. De hecho, en un paseo que tuvimos al Desierto de los leones; fuimos a hacer caminata y obviamente tuve un accidente debido a la incontinencia. Ahora sé que a esto se le conoce como poliuria.

Cuando regresé de vacaciones mi mamá se asustó, estaba más delgada de lo normal y además ojerosa;  mi mamá notó algo más, yo tenía hambre!!! …era malísima para comer y de repente, todo lo contrario. Con todo y la infección en la garganta que tenía, el hambre no se me quitaba; lo único raro de eso, era que estaba aún más delgada que antes. Además tenía un aliento dulce, mi mamá lo describe como un olor a manzana.


Me parece que tuve buena suerte, sí  están leyendo bien, buena suerte en mi diagnóstico; el médico con el que me llevó mi mamá fue muy acertado a la hora de valorarme y enviarme a hacer estudios.  Lamentablemente no siempre es así, muchas veces los síntomas se confunden con deshidratación u otros padecimientos, incluso por los propios médicos. Aun así, la noticia que acompañó al diagnóstico, cambió para siempre mi vida…